La pandemia del COVID-19 se desató por el mundo de forma sorpresiva. En Sudáfrica, el primer caso de COVID-19 se registró en febrero de 2020. Al mes siguiente, el Presidente de la República declaró el estado de desastre nacional en el país, y, a fin de marzo, Sudáfrica comenzó una estricta cuarentena. La pandemia del COVID-19 amenazaba con provocar efectos devastadores en Sudáfrica, especialmente en las comunidades más vulnerables. Se requería de una respuesta focalizada para saber dónde se encontraban las poblaciones que se verían más afectadas por el COVID-19. Para ello, se inició una investigación con miras a identificar a las personas en riesgo múltiple, y desarrollar una herramienta de visualización geográfica[1].
El departamento de estadísticas sudafricano, Statistics South Africa, diseñó e implementó el Índice de Vulnerabilidad al COVID-19 de Sudáfrica (SACVI), usando datos del Censo de 2011. Dicho índice busca identificar estadística y territorialmente a las poblaciones vulnerables que probablemente se verían más afectadas en caso de que el COVID-19 llegase hasta ellas. El SACVI se recopiló utilizando una adaptación de la método Alkire-Foster, y posee cuatro dimensiones y ocho indicadores que se relacionan con la actividad laboral, el acceso a los medios de comunicación, los servicios básicos del hogar, el estatus multigeneracional, la edad, y las enfermedades crónicas. Todos los indicadores tienen la misma ponderación en el índice: 1/8 por cada indicador.
Según el SACVI, el 40 % de la población sudafricana es vulnerable al COVID-19. Aquellos que son vulnerables se encuentran privados en, al menos, un 27.1% de los indicadores. Los principales factores que aumentan la vulnerabilidad en Sudáfrica son la falta de acceso a saneamiento, junto con el hecho de que personas de distintas generaciones habiten en un mismo hogar.
La fortaleza del SACVI radica en que puede descomponerse en datos geográficos básicos, mediante el uso de la información obtenida por el Censo de 2011.
El SACVI se publica al nivel geográfico más preciso posible para identificar de la mejor forma estadística a las poblaciones vulnerables con mayores probabilidades de verse afectadas por la pandemia, en términos de quiénes sufrirían más si se infectaran de COVID-19 en un área específica.
Para facilitar el uso del SACVI por parte de planificadores, hacedores de políticas y otros usuarios generales, se crearon nueve tableros de control provinciales. Estos tableros permiten que los usuarios seleccionen el nombre de un lugar dentro de un municipio local perteneciente a una provincia, para visualizar estadísticas importantes, como el recuento de vulnerabilidad, y los factores que más contribuyen a la situación de vulnerabilidad en esa área específica. Además, el índice permie clasificar las áreas en función de su puntaje de vulnerabilidad para establecer qué intervenciones son prioritarias. La Figura 2 presenta un ejemplo del tablero de control para un área en la provincia de KwaZulu-Natal. Los tableros de control constan de un mapa y una interfaz gráfica.
Según el SACVI, el 40 % de la población sudafricana es vulnerable al COVID-19.
El SACVI puede utilizarse con distintos fines. Puede servir como una herramienta que ayude a planificar una respuesta focalizada, puesto que destaca las áreas que son vulnerables al COVID-19. También puede ser usado para la planificación de manejo de la pandemia con base en las evidencias, buscando proporcionar la mejor y más factible respuesta hacia un área determinada. Además, puede usarse en el diseño de campañas comunicacionales y la identificación de posibles áreas con alta vulnerabilidad.
El Índice puede servir para ayudar a informar sobre la campaña de vacunación, de manera de asegurar el acceso equitativo a las vacunas, incluyendo la identificación de grupos prioritarios a vacunar.
Sudáfrica comenzó la Fase 1 de su campaña de vacunación en febrero de 2021. Se les dio prioridad a los trabajadores de la salud de primera línea. Se identificó a los ancianos (especialmente a quienes viven con generaciones más jóvenes) y a quienes tienen comorbilidades, como personas con alto riesgo de muerte si contrajesen el virus. Para cooperar con el proceso vacunación en el país, Stats SA actualizó el SACVI, dándole mayor ponderación a los indicadores que están directamente ligados a un riesgo elevado de muerte en caso de contraer el virus. Esto incluye a quienes viven en ambientes hacinados, las personas de más de 60 años, y los mayores de 18 años que tienen comorbilidades.
Por lo tanto, se les asignó mayor ponderación a los indicadores acerca de hacinamiento, hogares multigeneracionales, edad (ancianos +60) y uso de medicación crónica (que implica existencia de comorbilidades). En conjunto, tales indicadores aportaron un 60% del índice total, mientras que los cuatro indicadores restantes (empleo, medios de comunicación, agua y saneamiento) juntos contribuyeron en un 40% el índice total, como se muestra en la Figura 3.
SACVI adaptado para apoyar el proceso de despliegue de vacunas
Información crucial, como la ubicación de las personas que tienen prioridad en la vacunación por fases, se puede también derivar de este índice. En Sudáfrica, esas fases se determinan por edad, a excepción de la Fase 1, que se centró en trabajadores de la salud de primera línea. Como el SACVI se puede descomponer por edad, permite clasificar las áreas con mayor vulnerabilidad dentro de un grupo específico de edad, para informar a los encargados de los planes de vacunación.
Es importante observar que el índice utilizó datos ya existentes, por lo tanto, la recopilación y publicación de los datos no implicó costos por parte del personal de Stats SA, quienes trabajan remotamente.
El SACVI está publicado en el website de Stats SA y presentando ampliamente a quienes estuviesen interesados.
[1] Gracias a Nozipho Shabalala por su contribución en este artículo.
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