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Más allá del IPM global: una nueva medida internacional para la pobreza moderada

16 junio, 2021

Por Fanni Kovesdi, analista de investigación de la Iniciativa sobre Pobreza y Desarrollo Humano de Oxford (OPHI).

La Agenda 2030 estableció objetivos claros para el desarrollo sostenible. Para «poner fin a la pobreza en todas sus formas en todo el mundo», los países deben garantizar mejoras a largo plazo en múltiples ámbitos de la vida, como lo son: la salud, la educación, los estándares de vida, y el empleo, entre otros. Esto requiere que los gobiernos vayan más allá de la reducción de las privaciones severas, y trabajen para garantizar la mejora de los medios de vida para todos[1].

 

Muchos países han conseguido avanzar en la eliminación de la pobreza aguda

El Índice Global de Pobreza Multidimensional (IPMg) mide la pobreza en más de 100 países en vías de desarrollo, de todas las regiones del mundo. Detecta la pobreza mediante diez indicadores que reflejan privaciones agudas, tales como desnutrición, mortalidad infantil, falta de agua potable, falta de instalaciones de saneamiento mejoradas o falta de acceso a la electricidad, entre otros. Constituye una herramienta importante para el seguimiento y el diseño de políticas, ya que permite a los gobiernos evaluar no solo la proporción de personas que viven en la pobreza, sino también la intensidad de su pobreza, lo que posibilita que los responsables de las políticas se centren en las privaciones de determinados indicadores usando el índice.

Los últimos resultados del IPMg muestran que muchos países han conseguido reducir la cantidad de personas que viven en situación de pobreza multidimensional aguda, pero siguen existiendo grandes diferencias entre las naciones, con un IPM que va desde el mínimo de 0,001 en Armenia hasta el máximo de 0,590 en Níger. Aunque muchas personas siguen sufriendo una situación difícil y carecen de servicios básicos, se han registrado avances, y muchas personas han salido de la pobreza, especialmente en los países de renta media-alta. La reducción del número global de pobres agudos a lo largo de los años —sobre todo en las regiones y los países con baja fecundidad y/o altas tasas de crecimiento— pone de manifiesto la aparición de una nueva agenda de desarrollo, relacionada con las formas moderadas de pobreza.

De los 107 países incluidos en el IPMg (como se muestra en la Figura 1), 47 países tienen ahora un IPM inferior a 0,050. Entre ellos, la incidencia de la pobreza oscila entre el 0,19% de Armenia y el 8,64% de Iraq, mientras que la intensidad de la pobreza oscila entre el 34,23% (Seychelles) y el 42,55% (Brasil). La mayoría de los países que tienen un IPM bajo están clasificados como de renta media superior o inferior, y también tienen una puntuación alta en el Índice de Desarrollo Humano. Dividiéndolos por regiones mundiales del PNUD, 13 países se encuentran en la región de Europa y Asia Central, diez en América Latina y el Caribe, seis en los Estados Árabes, cinco en Asia Oriental y el Pacífico, uno en Asia Meridional, y uno en el África Subsahariana.

 

Figura 1. 

IPM moderado

Los niveles de pobreza de estos países son el resultado de años de logros en materia de políticas, y de un aumento de la calidad de vida que han minimizado la presencia de muchas privaciones básicas asociadas a la pobreza aguda.

En Irak, por ejemplo, solo el 0,1% de la población tiene privaciones en un indicador determinado e identificado como pobre, y solo 1,4% de las personas carecen de acceso a una instalación de saneamiento mejorada y son pobres multidimensionales.

En Perú, las mejoras realizadas a lo largo de los años han reducido a 3,3% la proporción de personas clasificadas como pobres que viven en hogares en los que nadie ha completado seis años de escolarización.

En Serbia —y en muchos países de la región de Europa y Asia Central— la proporción de la población identificada como pobre y con privaciones en un indicador determinado es inferior al 0,5% en todos los indicadores, mientras que la incidencia de la pobreza multidimensional a nivel nacional es inferior al 3% en todos los países de la región de Europa y Asia Central, con la excepción de Tayikistán.

Además de los países con IPM bajo, algunas zonas urbanas en países con IPM alto —por ejemplo, Addis Abeba en Etiopía, Maputo en Mozambique o Lagos en Nigeria— también han alcanzado niveles de pobreza multidimensional significativamente inferiores a la media nacional. Esta variación en los niveles de pobreza aguda entre países y dentro de ellos marca un giro hacia un nuevo campo de medición, destinado a captar los avances en los indicadores, más allá de aquellos relacionados con las condiciones más básicas.

 

Necesidad de una nueva medida que capte mayores niveles de ambición para el desarrollo

Los indicadores del IPMg —que se centran en las privaciones agudas, como la malnutrición, la mortalidad infantil o la falta de agua potable— siguen siendo muy significativos para muchos países que tratan de reducir la pobreza y hacer un seguimiento de los avances en los ODS, sin embargo, se quedan cortos a la hora de captar mayores ambiciones. Para garantizar un desarrollo prolongado, los países deben ir más allá de las privaciones agudas recogidas en el IPMg, y prestar atención en otras metas de los ODS como las tasas de asistencia a la escuela secundaria, el acceso a la atención de salud, la prevalencia de enfermedades no transmisibles, o el acceso a Internet o a los servicios financieros, entre otros.

Además, las mediciones de la pobreza moderada podrían tratar de incorporar indicadores relacionados con la igualdad de género, el empleo, la seguridad humana o el medio ambiente, todos los cuales son fundamentales para la reducción sostenible de la pobreza, y están incluidos en la Agenda 2030, pero no están cubiertos actualmente en la estructura del IPMg.

 

El IPMM puede identificar una grupo adicional de personas que sufren formas moderadas de pobreza multidimensional

Existe una clara necesidad de contar con un índice de pobreza multidimensional comparable que capte las formas moderadas de pobreza y ofrezca nuevos incentivos a los gobiernos para mejorar los medios de vida. Una medida global de este tipo puede ayudar a monitorear el avance hacia mayores objetivos de desarrollo, y captar complejidades, como las desigualdades entre géneros.

Un trabajo anterior de OPHI y PNUD en América Latina analizó un IPM para países de renta media, el cual incluía dimensiones de salud, educación, estándar de vida, y empleo. El estudio piloto abarcó seis países de la región y probó nuevos indicadores, como la eliminación de residuos, el acceso a Internet y a la tecnología, el hacinamiento, el desempleo y la protección social, utilizando datos de las encuestas nacionales de hogares. Además de presentar un primer ejemplo de IPM moderado, dicha colaboración proporcionó un panorama de indicadores y países con niveles intermedios de desarrollo.

Se concluyó que la inclusión de nuevos indicadores y dimensiones, especialmente en torno a la salud, el empleo y la protección social, depende en gran medida de la disponibilidad de datos, con una variación significativa en la disponibilidad y en las preguntas que establecen límites a la comparabilidad entre países.

En 2020, OPHI presentó un IPM moderado (IPMM) alternativo que se basa en la estructura del IPMg que capta mayores ambiciones para el desarrollo sostenible.

La nueva medida se ha probado en seis países de renta media que cubren todas las regiones del mundo, con el IPMM de prueba que incluye las mismas tres dimensiones (salud, educación, estándar de vida) y 10 indicadores, como los del IPMg, pero con la presencia de criterios adicionales como parte de los indicadores.

Así, por ejemplo, el indicador de años de educación que se ha ensayado ahora considera que un hogar está en situación de privación si no hay al menos una mujer y un hombre en edad de trabajar que hayan completado nueve años de educación, con lo que se eleva el umbral y se tienen en cuenta las diferencias de género en el nivel educativo.

Otras adiciones propuestas al IPMM incluyen la obesidad, la cobertura de seguro médico, el agua corriente en los inmuebles, el hacinamiento, la posesión de una cuenta bancaria, y la asistencia a la escuela hasta el décimo grado, entre otros.

Mantener la misma estructura del IPMg permite que los índices se utilicen conjuntamente para vigilar todas las formas de pobreza global (extrema, aguda, moderada) a escala mundial. El IPMM puede identificar una grupo adicional de personas que sufren formas moderadas de pobreza multidimensional. Por eso, el nuevo índice es muy útil en los países con un nivel de pobreza bajo según el IPMg, en los que el desarrollo ha minimizado las privaciones agudas, pero en los que muchas personas siguen estando excluidas y limitadas en sus posibilidades de llevar una vida exenta de todas las formas de pobreza.

Aunque siguen existiendo algunas limitaciones de datos, un IPM global moderado puede ser una herramienta útil en los países con baja pobreza aguda que pretenden eliminar las privaciones más moderadas, para garantizar medios de vida sostenibles para todos.

 

 

[1] Este artículo se basa en el informe OPHI Research in Progress 59a «Moderate Multidimensional Poverty Index: Paving the Way out of Poverty» y el documento titulado «Towards a Moderate Multidimensional Poverty Index: an application to Middle-Income Countries», elaborado conjuntamente por la OPHI y el PNUD de América Latina. Una versión de Research in Progress 59a se presentó en el marco de la serie de seminarios organizados conjuntamente por la OPHI, el IIPE y la OIDH.

 

 

Este artículo fue publicado en Dimensiones 12

 

 

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