Parte de la relevancia de erradicar la pobreza infantil y adolescente radica en sus consecuencias sobre el desarrollo presente y futuro de las personas. La precariedad en la niñez tiene mayores probabilidades de ser permanente, pues sus efectos sobre la salud y el desarrollo físico y cognitivo suelen ser irreversibles. La dependencia económica y social de niñas, niños y adolescentes genera dinámicas complejas de vulnerabilidad que requieren estrategias apropiadas de política pública.
La meta 1.2 de los Objetivos del Desarrollo Sostenible requiere que los estados, para 2030, reduzcan al menos a la mitad la proporción de hombres, mujeres y niños de todas las edades que viven en condiciones de pobreza en todas sus dimensiones de acuerdo con las definiciones nacionales. Para monitorear este objetivo, los países deberán definir y medir la pobreza multidimensional. Hay algunos ejemplos de medidas de pobreza multidimensional, y en ocasiones puede ser difícil para quienes hacen las políticas públicas y la sociedad civil distinguir una medida multidimensional de la otra. Un par de medidas cuyas similitudes y diferencias no son bien entendidas son el Índice de Pobreza Multidimensional (IPM) y el Análisis de las Privaciones Múltiples Superpuestas (MODA por sus siglas en inglés). Este artículo intenta arrojar algo de luz sobre este tema.
Los niños son especialmente vulnerables a la pobreza. La pobreza tiene una incidencia mayor entre los niños que entre los adultos y esta experiencia durante la infancia puede tener efectos negativos que perduran a lo largo de la vida. La Agenda 2030, en particular el objetivo 1.2 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), requiere información sobre la pobreza multidimensional entre los niños. Si bien lo más frecuente es que esta información se obtenga al desglosar por edades el Índice de Pobreza Multidimensional (IPM), también podría basarse en una medida independiente de pobreza infantil*.
El Índice de Pobreza Multidimensional (IPM) global ha sido muy útil para arrojar luz sobre la pobreza infantil. Cuando en julio de 2017 el IPM global se desglosó por edades para retratar la pobreza de los niños, el Director Ejecutivo de Unicef en ese momento, Tony Lake, destacó en su discurso ante el Foro Político de Alto Nivel el siguiente titular: la mitad de las personas pobres del mundo que viven en pobreza multidimensional severa, según el IPM global, son niños. El IPM global es un índice de pobreza multidimensional severa que cubre al 76% de la población mundial – principalmente aquellos que viven en regiones en desarrollo – y más de 100 países en desarrollo. Es producido por OPHI de la Universidad de Oxford junto con la Oficina encargada del Informe sobre Desarrollo Humano del PNUD.
Quisimos dedicar esta nueva edición de Dimensiones a los más pequeños, quienes tristemente resultan ser los más pobres del mundo. Comenzamos con Martin Evans quien nos da cuenta del estado del arte de la medición de la pobreza infantil, revisando las metodologías existentes y los aspectos claves a tener en cuenta al trabajar con ellas para reducir la pobreza de los niños.