COVID-19 trajo al mundo retos económicos y de salud no vistos desde hace casi 100 años. Pero esta crisis también ha resaltado la innovación y creatividad de los países en el uso y adecuación de sus propios indicadores de pobreza multidimensional , así como de otras herramientas de medición para enfrentar mejor este enorme reto. En esta nota queremos resaltar algunos ejemplos innovadores que los participantes de la Red de Pobreza Multidimensional (MPPN) están implementando en respuesta a la pandemia global.
Una de las funciones centrales de la MPPN es el intercambio de conocimientos y experiencias en materia de medición. El conocimiento que se genera en un país puede servir o inspirar a otros países en sus esfuerzos. De ahí la importancia de resaltar las innovaciones que surgen directamente de los países. Aquí, queremos presentar, colectivamente, una muestra de ello.
La Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible es uno de los acuerdos más amplios que los países han generado en las últimas décadas. La agenda abarca metas relacionadas con desigualdad, violencia, medio ambiente y mortalidad por enfermedades no transmisibles, entre otros temas de gran importancia para el desarrollo global. También busca el logro de objetivos para garantizar el acceso a una fuente de agua limpia, a saneamiento adecuado, electricidad e internet.
Adicionalmente, por primera vez se genera un acuerdo global para reducir la pobreza en todas sus dimensiones, dando así la oportunidad de medir y analizar la situación de pobreza de las personas desde una perspectiva multidimensional.
Raramente las buenas ideas podrían surgir de una mente que ha tenido poco contacto con las demás.
La simbólica manzana cayendo ante los ojos de Newton, a partir de la cual el investigador desarrolla su Ley de Gravedad Universal, es solo el símbolo de una mente privilegiada. Pero para llegar al desarrollo de sus ideas, Newton leyó, discutió e intercambió sus ideas con otros.
Analizar la pobreza multidimensional se hace aún más pertinente en el contexto complejo que estamos viviendo actualmente a raíz de la pandemia del coronovirus. Como indican Maya Evans y Fanni Kovesdi en el primer artículo de esta edición, el coronavirus afectará a los más pobres de los pobres con mayor intensidad.
Al momento de escribir este artículo (1), en abril de 2020, la trágica pandemia de COVID-19 comienza a extenderse a las regiones en desarrollo, y actualmente se están aplicando, de manera rápida, respuestas de emergencia ad-hoc. Estas, a menudo, incluyen programas focalizados de alimentos o dinero dirigidos a los más pobres y vulnerables. Sin embargo, un obstáculo que enfrentan muchos gobiernos en este momento es cómo identificar a los más pobres. Una manera de hacer buen uso, tanto en términos de los datos disponibles como de una adecuada definición del concepto de pobreza, y que se presta como una herramienta para las políticas públicas, es el Índice de Pobreza Multidimensional (IPM).