“No desperdiciemos esta oportunidad” fue el llamado hecho por Sania Nishtar, ministra de Reducción de la Pobreza de Pakistán, en un evento paralelo de alto nivel en la Asamblea General de las Naciones Unidas, el cual fue organizado por MPPN y OPHI, junto con los Gobiernos de Chile y Pakistán, y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Un ejercicio de simulación de los efectos de COVID-19 en el país de Asia del sur arrojó disrupciones socioeconómicas y graves amenazas para la salud de una población ya golpeada por la inseguridad alimentaria y la falta de saneamiento adecuado. Según el análisis, la incidencia de la pobreza multidimensional de Afganistán podría aumentar de 51,7% a 73,5%.
Estamos en un momento de gran incertidumbre. Latinoamérica es hoy el epicentro de la pandemia del COVID-19.
En diversos frentes, nos enfrentamos a una situación para la que no tenemos recursos históricos a los que recurrir a la hora de buscar explicaciones o idear posibles soluciones.