«En breve» es una sección de la Revista Dimensiones que entrega versiones resumidas de la serie de documentos sobre políticas públicas de la Red de Pobreza Multidimensional (MPPN por sus siglas en inglés). Esta vez, es el turno de este documento sobre Colombia de los autores Diego Zavaleta y Roberto Angulo.
En el año 2011, Colombia lanzó su medida oficial de pobreza multidimensional – el Índice de Pobreza Multidimensional colombiano (IPM-C). En un principio, este índice fue usado como una medida de política para establecer metas específicas de reducción de la pobreza multidimensional, así como también metas específicas para distintos sectores, como parte del Plan Nacional de Desarrollo – una estrategia obligatoria y vinculante que debe ser aprobada en el Congreso por todos los gobiernos al principio del periodo presidencial.
Una innovación decisiva en el proceso colombiano fue el diseño de un sistema de monitoreo para hacer un seguimiento del progreso del Plan de Desarrollo. Este sistema estuvo basado en dos componentes principales. Primero, una Mesa Transversal de Pobreza y Desigualdad –un consejo presidido por el Presidente de Colombia y al cual asistían todos los ministros y autoridades cuyo trabajo pudiera afectar los indicadores del IPM-C. El segundo componente fue un sistema de tablero de control, donde se reflejaba el progreso en diferentes indicadores, incluyendo los 15 componentes del IPM-C.
La Mesa Transversal de Pobreza y Desigualdad era un comité de alto rango del poder ejecutivo establecido para monitorear la reducción de la pobreza en el país. Esta fue convocada y guiada por el Presidente de Colombia para llevar a cabo el seguimiento de la estrategia de reducción de la pobreza. Este comité se reunió por primera vez el 2011 y fue convocado al menos dos veces al año durante el primer periodo de gobierno del Presidente Santos.
La mesa incluyó a todos los ministros e instituciones directamente involucradas en la estrategia nacional de reducción de la pobreza y desigualdad, a saber, los ministerios de Educación, Salud, Vivienda, Desarrollo Rural, Trabajo y Hacienda, como también tres departamentos administrativos con rango ministerial, el Departamento Nacional de Planeación (DNP), el Departamento para la Prosperidad Social (DPS), y el Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (DANE). Otras instituciones con roles relevantes en la estrategia también fueron convocadas dependiendo de la agenda de cada reunión. El DNP o el DPS ejercieron como secretaría técnica para la mesa transversal. La participación en estas reuniones era obligatoria para los ministros y directores – sólo en contadas ocasiones fue permitido que estos fuesen reemplazados por subordinados.
El funcionamiento de la mesa transversal consistió en la revisión de las cifras del tablero de control de pobreza y desigualdad, y la toma de decisiones para solucionar problemas si los hitos establecidos no estaban siendo alcanzados. El tablero de control contempló cuatro indicadores generales, que podían ser actualizados una vez al año: el índice de pobreza monetaria, el Coeficiente de Gini, el IPM-C, y el número de familias que habían superado la extrema pobreza dentro de la red de seguridad social, llamada UNIDOS. Estos indicadores generales correspondían a cada uno de los objetivos oficiales del Plan Nacional de Desarrollo.
La Mesa Transversal de Pobreza y Desigualdad, y el Tablero de Control demostraron ser herramientas útiles para la reducción de la pobreza multidimensional a través de diferentes canales.
El tablero también mostraba los indicadores individuales del IPM-C. Los resultados anuales eran contrastados con estimaciones generadas por microsimulaciones con el objeto de evaluar los resultados y tomar medidas que permitieran corregirlos si fuese necesario. El avance hacia los logros de estos objetivos era ilustrado en un sistema de semáforo, donde un punto rojo adjunto al indicador significaba un 0-10% de avance trimestral o anual del objetivo, un punto amarillo representaba un 10-25% de avance, y un punto verde mostraba un 25% o más.
La Mesa Transversal de Pobreza y Desigualdad, y el Tablero de Control demostraron ser herramientas útiles para la reducción de la pobreza multidimensional a través de diferentes canales.
Primero, evidenciaron ser una herramienta de gestión práctica y directa para las altas autoridades con el fin de monitorear su progreso hacia objetivos claramente establecidos. El diseño del IPM-C (con una orientación de política pública clara e indicadores muy sensibles a resultados concretos) y la simplicidad del sistema de seguimiento expuso los logros y los errores de cada ministro o director. Esto creó un fuerte incentivo para que las autoridades completaran los objetivos específicos de sus sectores para cumplir los objetivos del Plan Nacional de Desarrollo (algo que no pudo hacerse anteriormente usando datos de pobreza según ingresos, ya que es muy difícil definir las políticas concretas detrás del crecimiento de los ingresos).
Además, los ministros quedaron expuestos a la situación general de reducción de la pobreza en el país, y se hizo más evidente la necesidad de coordinar acciones entre los distintos sectores para mejorar los resultados de reducción de la pobreza.
Por último, la mesa creó una herramienta de rendición de cuentas a nivel externo e interno, donde tanto el gobierno como el público en general se hicieron conscientes de los resultados del Plan y de quiénes eran responsables de sus logros. Sin embargo, una preocupación importante acerca de estos métodos es su sustentabilidad, ya que la falta de institucionalización ha hecho que en última instancia dependan de la voluntad del presidente o alguna alta autoridad para que se lleven a cabo.